Continuamos en la Ciudad de las Luces...

domingo, enero 31, 2010 Posted by Irene Flores Ruiz

Como dijimos en nuestro antiguo post, París es una cuidad que enamora a cualquiera. En efecto, de todas las personas que conozco que han optado por visitar esta magnifica ciudad, nunca he oído quejas de ningún tipo (pero no seamos exagerados, quizás el tiempo no sea de agrado para muchos, estando acostumbrados a ver el sol reluciente cada día cuando nos levantamos). Muchas son las opciones por las que optar para descubrirla.

Como toda ciudad europea, es imprescindible conocer su vida nocturna en la cual sus monumentos resplandecen por estar iluminados. Y es que no debemos olvidar que mientras algunos duermen, otros disfrutan de un París diferente. ¿Pero qué podemos hacer por la noche?

Podremos empezar la noche haciendo un picnic en alguno de los puentes del Sena. Seguro que se preguntarán que es eso del picnic. Es algo parecido a lo que solemos hacer en España, pero allí además de traer bebida, cada uno suele traer algo para comer. Luego, podremos ir a uno de las numerosas discotecas o pubs que nos ofrece esta cuidad. Y si aún nuestro cuerpo aguanta, podremos optar por los denominados "after" que nos mantendrán despiertos hasta altas horas de la mañana.

Y, ¿qué ocurre si los noctámbulos se encuentran con hambre? No teman. Podrán optar por desayunar "crèpes" en muchos de los puestos ambulantes de esta cuidad. Dulces o salados, una rica forma de terminar la noche. La verdad que recordar lo bien que saben los crèpes de nutella se me hace la boca agua.

Pero si lo que quieren es algo más tranquilo, pueden optar por restaurantes con música en directo. Disfrutar de una suculenta cena mientras escuchamos jazz será algo para no olvidar.

Si no se deciden por ninguna de estas dos opciones, ¿qué me dicen de una cena con espectáculo al ritmo del can can francés? Muchos son los lugares en dónde se puede disfrutar de un cabaret. El más conocido ésta situado en el métro de Pigalle, y es, como seguro muchos han adivinado, el Moulin Rouge, que siempre está atestado de gente.


Además, París es una ciudad muy ligada a la cultura como muestran sus innumerables museos siendo el Louvre una visita obligada. Cuando visité el museo, me impactó bastante. Sus salas dedicadas a Egipto me hicieron viajar a aquel lugar, ver "La liberté guidant le peuple" d´Eugène Délacroix me hizo rememorar la revolución de 1789 estudiada a lo largo de mi infancia en la escuela o el cuadro de Leonardo da Vinci, La Mona Lisa, que parece que con sus penetrantes ojos nos sigue cuando paseamos ante ella, no me decepcionó a pesar de su pequeño tamaño...

El "Musée d´Orsay" también hará que disfruten de cuadros de pintores realistas, impresionistas y post impresionistas como el mundialmente conocido "Déjeuner sur l´herbe" (Almuerzo sobre la hierba") del pintor impresionista Édouard Manet dónde se evidencia una oposición entre una mujer con un cuerpo resplandeciente y desnudo que nos está mirando y dos hombres que desayunan con ella. Lo que más me llamó en este cuadro fue la genialidad del autor para crear distintos planos en dónde el claro y el oscuro se contrastan. Aunque también podremos ver obras de pintores como Van Gogh y su cuadro conocido "La iglesia de Auvers-sur-Oise", Monet, Cezanne, Ingrés... Dejamos aquí claro que Paris rezuma arte por cualquiera de los lugares por dónde paseemos.

Además, ¿quién no conoce París como la cumbre de la alta costura o el prêt-à-porter? En lo que se refiere a las compras, París es un paraíso de la moda. Desde la calle "Faubourg-Saint-Honoré" hasta la "Place Vendôme" dónde encontraremos grandes firmas como Vanlentino, Dior, Armani, Channel... o magnificas joyerías como Cartier, París es el oasis para cualquier mujer. Pero si quereremos algo a un precio más asequible, tenemos las no menos conocidas "Galeries Lafayette" al estilo de El Corte Inglés o los almacenes "Printemps" situados en el Boulevard Haussmann.

Viendo estas opciones, quedá claro el hecho de que todo turista quiera volver a visitarla, es una ciudad que nunca se cansa de ofrecernos cosas nuevas.

Me voy a despedir de esta cuidad no sin antes recomendarles que prueben la deliciosa "tarte tatin" (aquí conocida como tarta de manzana) o la crème brulée en el histórico, mítico y más famoso café de París conocido como "Café de la Paix" situado cerca del Teatro de la Opéra de París. Aunque es cierto que los precios no suelen ser muy baratos, es un lugar al que se debe acudir ya que nos permite trasladarnos a la elegancia de principios del siglo XX.

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