Por si acaso...
Una vez que hemos elegido la fecha y el lugar donde transcurrirán nuestras próximas vacaciones lejos del bullicio de la ciudad a la que estamos acostumbrados, ahora queda una de las tareas más difíciles a la que los seres humanos nos solemos enfrentar unas tres o cuatro veces al año. Sí, creo que ya saben cuál es: ese momento en el cuál nos encontramos contemplando nuestro armario con la maleta vacía y reflexionando acerca de qué llevarnos y qué no. La verdad que ese arte de hacer las maletas no suele ser muy fácil que digamos. Es como si fuésemos un pintor con paleta en mano que no supiese qué pintar ante el blanco y limpio lienzo que tiene ante sí.
Pues bien, la verdad que no entiendo a los habitantes de este planeta. Debo decir que yo tampoco me entiendo. Y aquí viene la explicación. Cuando nos preguntan qué vamos a llevar en la maleta seguro que muchos de nosotros hemos contestado: "Lo justo: Dos pantalones, tres camisetas y un par de zapatos..." Pero cuando llega la hora de la verdad, aparecen los temibles "por si acaso" y acabamos llenando la maleta hasta reventarla: "que si un chubasquero por si llueve, que si ropa por si algún día salimos, que si ropa por si algún día hace mucho calor..." Consecuencia de todo ello: Nos llevamos la casa entera y acabamos con la maleta llena de ropa que sabemos que ni siquiera saldrá a la luz.
Pero, mi pregunta es: ¿Si sabemos que no la vamos a utilizar que hace en la maleta? A pesar de haber estado reflexionando largo y tendido, no he llegado a una conclusión clara. Enfin, como dice el refrán: "el ser humano es el único animal que tropieza dos veces sobre la misma piedra".
Quizás tendríamos que hacer como Mr. Bean...
Bromas a parte, a partir de ahora todos los turistas debemos ser cuidadosos a la hora de llevar a cabo esta tarea y reflexionar mucho más para que las compañías aéreas no nos jueguen una mala pasada. Ya sé que las medidas que han tomado compañías como Iberia, Spanair, Air Europa o American Airlines por ejemplo no suelen ser de agrado para ninguno de nosotros pero saquemos el lado positivo a las cosas: es una forma para aprender a realizar de una manera correcta la maleta y eliminar todo lo innecesario.
Para terminar con este post, me gustaría que vieséis qué fácil es abrir una maleta, así que mucho cuidado si vamos a viajar en avión sobre todo. La solución para que todo esto no ocurra es plastificar la maleta. Y ahora con la maleta hecha, podemos decir: "¡Nos vamos!"
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